El cambio es parte de la naturaleza humana. No solo en cambiar de gustos, cambiar de parecer, de ideas, de sentimientos, es parte de la vida. Como dicen, es de sabios cambiar de opinión. Tener apertura al cambio expande tu potencial.
El mundo cambia y con ello toda la dinámica humana, lo único a lo que podemos aferrarnos realmente es a nuestra esencia, eso que siempre está con nosotros desde el día que nacimos. No importa cuánto crezcamos, nuestra esencia sigue siendo una y continúa experimentando el mundo.
Contenidos:
Apego del ser
Identificación y apertura al cambio
¿Cómo saber si el cambio es necesario?
Cambio interno
Apego del ser
Cuando nos apegamos mucho a algo que creemos “nuestro” nos quitamos la oportunidad de crecer. Por ejemplo, imagina alguien que basa todo su valor en su belleza física, un día tiene un accidente que le deja cicatrices y ante sus ojos ya no hay belleza. Dejó de ser eso en lo que basaba su personalidad/valor propio. El cambio no te quita valor, ni te obliga a dejar de ser. El cambio te invita a abrirte a una nueva perspectiva, a crear una nueva realidad. Si no abrazamos el cambio, este viene por nosotros por las buenas o las malas.
Podemos ser quienes queramos ser, identificarnos con cuantas cosas queramos pero manteniéndonos abiertos al cambio. Tener una actitud abierta a la posibilidad del cambio no solo nos abre las posibilidades, también nos da el poder de la empatía. Entender las diferencias que tenemos con los demás y honrarlas como parte de su proceso en lugar de des validarlas por ser diferentes a lo que creemos mejor.
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Identificación y apertura al cambio
Como personas es importante que nos definamos, que sepamos quiénes somos en este mundo que nos orilla a etiquetarnos. Aunque es importante que nos definamos, también puede ser peligroso.
Identificarnos tanto con una ideología, característica, estatus, etc. puede ser contraproducente. Depositar todo nuestro valor en algo es como quitar nuestro valor personal y transferirlo a eso que tanto creemos ser.
Casarnos con una idea de quienes debemos ser nos reduce la visión y posibilidades de lo que podemos llegar a ser. Durante toda nuestra vida podemos elegir experimentar distintas versiones de nosotros, distintas maneras de ver y vivir.
¿Cómo saber si el cambio es necesario?
Aunque nos cueste aceptarlo, es bastante obvio cuando necesitamos un cambio. Puede ser que todo te haya funcionado de maravilla por un periodo de tiempo (rutinas, creencias, actitud, trabajo, relaciones, etc.) pero cuando las cosas no fluyen, es hora de un cambio. El cambio que necesitas puede ser sencillo o radical. ¿Cómo saberlo? Prueba y error.
Tal vez ya tienes una idea de lo que necesitas cambiar, eso que te está incomodando y no sabes por qué. Haz un ejercicio de introspección ¿qué ya no funciona? ¿qué te incomoda? ¿desde cuándo?. Como por descarte, ve cambiando todo aquello que ya no funciona. Si sientes que algo se libera, vas por buen camino. Si sigues sintiendo que no fluyes, continúa cambiando, cambia hasta que te sientas bien.
Cambio interno
Muchas veces pensamos que el cambio externo es lo que necesitamos, cuando en realidad la incomodidad viene de adentro. Cuestiona tus creencias, tu razón de ser, tu propósito y las cosas que te dan felicidad. Cambia tu diálogo interno como si estuvieras escribiendo tu propia historia. ¿Qué quieres? No dejes que las elecciones del pasado definan tu futuro, siempre puedes elegir un nuevo destino.
Aún nos queda por vivir, de un día para otro todo puede cambiar. Cerrarnos al cambio es como cerrarnos los caminos. Despeja tus caminos, abre tus posibilidades y elige aquello que se sienta bien para ti. Tienes el derecho a cambiar, no le debes nada a nadie.
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